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«Buenos días!!
Me llamo Alexandra y escribo desde Barcelona.
Tengo 33 años, llevo calzado minimalista desde hace 4 años.
Tener espacio para mis dedos y sentir el terreno me resulta cómodo y diría que hasta me hace feliz.
La cuestión es que he ido al fisioterapeuta por un dolor en la espalda y en la primera visita, me ha dicho que estoy perdiendo arco plantar y que debería usar plantillas.»
Esto es parte del email que mandó Alexandra.
Está preocupada.
Le duele la espalda y en su primera visita a un físico le suelta lo del arco plantar.
Curioso.
La persona que le atendió no es podóloga.
No es especialista en pies.
Y es la primera vez que la ve. Por lo que no tiene con qué comparar y no sabe si sus pies han sufrido una evolución.
Por último, le dice que está perdiendo arco plantar y que necesita una plantilla.
Ahora viene lo curioso.
Le recomienda una clínica donde puede hacerse las plantillas.
No sé qué pensarás tú, pero da que pensar.
La cuestión es que Alexandra fue por un dolor en la espalda, en concreto en las dorsales.
Trabaja como odontóloga y su postura al trabajar flexiona durante mucho tiempo esa zona.
Si a esa posición forzada, le sumas trabajar con tensión en un espacio muy pequeño (un diente), lo lógico sería pensar que el dolor en la espalda puede venir de su trabajo.
Y hay más.
En los descansos y en muchos otros momentos del día utiliza el móvil.
¿Cúal es tu posición cuando lo usas?
Exacto.
Encorvado.
Más flexión de la espalda en la zona de las dorsales, justo donde le duele.
Alexandra sigue hablando:
«No soy podóloga, ni fisio, ni especialista de ningún tipo y no entiendo del tema, pero sigo pensando que lo mejor para mi cuerpo es una pisada natural y no ponerle un bulto bajo el pie…»
Ella lo tiene claro.
Son 4 años usando calzado minimalista.
No le duelen los dedos y le resulta cómodo sentir el terreno, hasta se siente más feliz consigo misma.
Y aunque pase horas trabajando, sus pies no están atrapados, no los siente oprimidos.
Todo lo contrario.
Puede mover sus dedos, tienen espacio para ello.
Y lo más importante: No tienen tacón.
Cuando está de pie y cuando camina su espalda está en una posición neutra.
No tiene nada externo en el calzado que modifique su curvatura natural.
Su maltrecha espalda se lo agradece y no sabe cuánto.
Y todo gracias a usar calzado que respeta sus pies.
Unas zapatillas minimalista que le encantaría a Alexandra son las Vivobarefoot Geo Court.
Porque siempre quedan bien. Y las puedes usar para pasear después de trabajar.
También para hombres.
La salud de tu espalda comienza en tus pies
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