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Los zapatos de seguridad que harán feliz a Manuel

Los zapatos de seguridad que harán feliz a Manuel

Lo de quitarse los zapatos en medio de la calle no es sólo de mujeres.

Me explico.

En más de una ocasión, he visto a mujeres andando descalzas por la calle con zapatos de tacón en mano. Tras una fiesta, boda o similar.

Para no ir muy lejos, mi mujer misma.

Pero lo del otro día no eran tacones, ni tampoco mujeres, sino un grupo de albañiles.

Estaba tomando café con Ángel y al otro lado de la barra unos hombres hacían lo mismo.

Todos llevaban calzado de seguridad, menos uno que llevaba puestas unas zapatillas deportivas para ese rato de descanso.

Al terminar el café escuchamos:
 

- Venga Manuel, ponte las botas que vamos al andamio.

- Ni hablar, voy en botines, no aguanto más las botas.

- Quillo Manuel, ¡Cómo llegue el jefe la vamos a tener!

- Me da igual tío, no puedo más con los pies. Además por las tardes no viene y prefiero arriesgarme.


Este problema es más común de lo que piensas.

Rara es la semana que no recibimos alguna llamada o email de alguien quejándose del calzado de seguridad.

Dicen que se lo tienen que poner porque se lo da la empresa, pero ni regalado lo quieren.

Un cliente comentó que debido a los dolores de pies le habían dado la baja médica.

¡Casi ná!

¡Una baja por problemas en los pies!

Y en Marchena tengo dos amigos que cuando le ves los pies, pones cara de estar comiéndote un limón.

Tienen el dedo gordo tan deformado, con un juanete tan pronunciado, que parece el espolón de un gallo.

Y todo esto por usar un calzado:

Rígido.

Estrecho.

Con tacón.

Pesado,

…..y horas de trabajo.

La combinación perfecta para que el dolor de pie te acompañe todo el día.

Si trabajar es duro, imagínate hacerlo con dolores en los pies.

En la película el Codigo da Vinci, un monje utiliza un artilugio punzante alrededor de la pierna como instrumento de auto-tortura.

Silicio lo llama.

Hoy día ya no hay que utilizarlo, tenemos los zapatos.

Aquí un ejemplo del típico maltratador de pies. Con su horma puntiaguda y su tacón.


Después esto, algunos pies tendrán que pasar por el podólogo sí o sí.

A otros les irá bien con cambiar de calzado y usar un corrector de dedos.

Y muchos estarán a tiempo de no deformar sus pies siempre que usen el siguiente calzado de seguridad:

Birkenstock horma amplia

Por supuesto, cumplen las máximas normas de seguridad S3.

No ha sido fácil encontrarlo. Llevamos años buscando y analizando lo que había en el mercado.

Pero como dice el refrán: Más vale tarde que nunca.

¡Qué los disfrutes!

La salud y la seguridad empieza en tus pies

Publicado el 05/03/2021 por @CorrerDescalzos 0 4491

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