Rocky Balboa, un romántico

Este domingo de San Valentín toca hablar de Rocky Balboa, uno de los tipos más románticos que conozco.
 
Y con romántico no me refiero a una persona apasionada por su trabajo, un objetivo... que también, sino romántico de los de Cupido.
 
De rosas, bombones y champán.
 
El amor de Rocky por Adrián supera al de Jack por Ross en Titanic o al del mismísimo Romeo por Julieta.
 
¿Te acuerdas de lo que grita Rocky cuando gana una pelea importante?
 
¡Adrian!
 
Y cuando correr por la calles de Filadelfia y llega al final de las escaleras ¿Qué dice?
 
¡Adrian!
 
Si hasta era capaz de comer comida de tortuga con tal de enamorarla.
 
Romanticismo aparte, Juan, un lector de los domingos, preguntó por la forma de correr de Rocky.
 
Dice:
 
Hace un par de días estuve viendo Rocky I y cuando sale a correr lleva unas converse. Pero a diferencia de Travolta (se refiere a este artículo sobre Grease) éste corre talonando, al menos cuando se pone a esprintar en el puerto con los barcos de fondo.
 
¿Quiere decir esto que es posible correr con zapatillas minimalistas talonando?
 
Sí, aunque Rocky no talonea.
 
Mira.
 
Si llevas años corriendo con zapatillas amortiguadas y empiezas a correr con minimalistas, tu forma de correr no va a variar.
 
Es decir, cambiar unas zapatillas por otra, cuando llevas años corriendo, afecta poco.
 
A no ser que intentes mejorar la técnica de carrera.
 
Por eso es posible talonear corriendo descalzo o minimalista. Lo que ocurre es que si el talonazo es muy pronunciado a los pocos pasos duele y te avisa de que algo va mal.
 
Lo que hace Rocky es distinto.
 
Antes de que el talón apoye en el suelo, el pie gira rapidamente y planta la zona delantera del pie, justo detrás de los dedos.
 
Y si por un momento su talón toca el suelo, el pie rápidamente balancea hacia el antepié. Y es en la zona delantera donde se produce la descarga del peso del cuerpo.
 
¿El motivo?
 
Las zapatillas con mucha protección te van modificando, poco a poco, tu forma de correr. Y las Converse pesan y tienen mucho grosor de suela.

Bien.

Volviendo a Adrian y Rocky.

A veces necesitamos una parte que nos complemente, que nos haga mejores, que nos ayude, pero que no nos limite.

¿Qué hubiera sido de Rocky si no hubiese seguido su instinto, su naturaleza?

Adrian intentó sobreprotegerlo para que no luchara.

Y de sobreprotección, pero en los pies, va la cosa.

Tu naturaleza es estar descalzos, moviéndoses libres, sintiendo cada paso que des.

Y sin embargo, desde que nacemos nos ponen, te ponen, más y más barreras.

¿Un poco de protección?

Sí, pero no más de la necesaria.

Como las que te ofrecen las Merrell Trail Glove (y van 6) para el campo, la ciudad o el gimnasio.

Tanto para él, como para ella.

Proteger sí.

Sobreproteger no.

La salud empieza en tus pies.