Lo que aprendí viendo caminar a una chica con zapatillas de marca

Te voy a pedir algo un poco raro.

La próxima vez que salgas a la calle, no mires al frente… mira hacia abajo.

No por educación, ni por miedo a tropezarte con un bordillo, sino para que observes esa parte de tu cuerpo a la que siempre ignoras: tus tobillos.

Verás.

Hace unos días una chica caminaba delante mía.

Su outfit impecable: vaqueros anchos, chaqueta larga y unas zapatillas de marca.

Pero había algo que no encajaba… sus tobillos.

En cada paso, se hundían hacia dentro, como si quisieran escapar del zapato. Mira las fotos.



Ese movimiento, que ocurre sin que lo notemos, se llama hiperpronación.

Es un desequilibrio funcional que muchas veces viene provocado por el propio calzado.

¿Por qué sucede esto?

La mayoría de las zapatillas tienen una suela gruesa y elevan el talón respecto a la parte delantera.

Esto hace que el peso del cuerpo se proyecte hacia delante y hacia dentro.

El tobillo, en lugar de mantenerse neutro, colapsa hacia el interior, forzando músculos, ligamentos y articulaciones a trabajar fuera de su eje natural.

¿Las consecuencias?

• Dolor en la parte interna de los tobillos o arcos plantares.

• Sobrecarga en las rodillas.

• Alteraciones en la postura: pelvis desalineada, espalda forzada.

• Y si eres de los que corren o caminan mucho, puedes llegar a desarrollar lesión del menisco medial, crondomalacia rotuliana, fascitis plantar, tendinitis o dolores lumbares.

Todo, porque tu zapatilla está forzando tu tobillo a girar más de la cuenta.

Y cuando el tobillo gira, lo que le sigue es la rodilla.

Entoges, ¿cuál es la solución?

Para empezar, elige un calzado que respete la forma de tu pie y esté cerca del suelo.

Cuanto menos grosor de suela….mejor.

Menos colapsará tus tobillos hacia el interior.

Menos giro, menos dolor de rodilla, de pie y de espalda…según tu caso.

Y una zapatillas que cumple con todo eso son las nuevas bailarinas barefoot de Mustang Free.

Tienen estilo, son planas, suela flexible y una horma amplia que evita que tus dedos se amontonen.

Además, su grosor de suela te permite estar cerca del suelo, sin que estés incómoda.

Para que el giro de tus tobillos no sea como el de las fotos y de paso fortalezcas esas partes dormidas o mal usadas.

Aquí las tienes.

Son el equilibrio perfecto entre estética y biomecánica saludable.

Tu cuerpo te dará las gracias. Tus tobillos, más todavía.

Efectiviwonder.

La salud empieza en tus pies.

Antonio Caballo.