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Cómo deben quedarte las zapatillas barefoot: Olvídate de la talla tradicional

Cómo deben quedarte las zapatillas barefoot: Olvídate de la talla tradicional

Si al probarte unas zapatillas barefoot te ha dado la sensación de que son demasiado grandes, felicidades: probablemente has acertado con la talla.

¿Te suena raro?

Normal.

Nos han vendido durante años que las zapatillas deben quedarte ajustadas, bien pegaditas al pie, como si fueran un guante de látex.

Y claro, te pones unas barefoot y piensas:

"Esto está mal. Aquí sobra espacio. Esto no puede ser así."

Error.

Estoesasí.

Verás.

La industria del calzado lleva décadas diseñando zapatillas con hormas absurdas, que aprietan el pie y deforman los dedos. Luego nos extrañamos cuando aparecen metatarsalgias, neuromas, juanetes y mil problemas más.

Pero el pie no está diseñado para vivir apretado. Es una estructura viva, con músculos, tendones y huesos que necesitan moverse, expandirse, trabajar.

¿Y qué pasa cuando le das libertad?

Que el pie se comporta como debe. Funciona bien.

No se queja.

Y lo mejor de todo: tú caminas mejor, corres mejor y te sientes mejor.

Así que sí: es normal que sobre espacio en la puntera. Es más, es necesario.

¿Cuánto espacio debe haber en una zapatilla barefoot?

Aproximadamente el ancho de un dedo entre el talón de tu pie y la parte trasera de tu zapatillas con tu zapato desabrochado. Mira la imagen.

Saber talla calzado barefoot respetuoso minimalista

Y esto es por una razón muy sencilla.

Cuando te pruebas unas zapatillas barefoot estás parado, tu pie está relajado.

Pero en cuanto empiezas a caminar o correr, ocurre algo que rara vez tenemos en cuenta: tu pie se expande.

Con cada paso, se ensancha y también gana algo de longitud al soportar el peso de tu cuerpo.

Si tu calzado no respeta ese margen extra, lo notarás en cuanto lleves un rato caminando: los dedos chocarán contra la parte delantera de la zapatilla, lo que te provocará molestias y problemas a largo plazo, como uñas negras o la temida aparición de juanetes.

¿Y cómo sabes si has acertado con la talla?

¿Te cabe el dedo en la parte de atrás?

¿Sí?, has lo siguiente:


1. Ponte de pie. Mueve los dedos.
2. Da unos pasos. ¿Sientes el pie libre? ¿Los dedos no chocan con la puntera?
3. Salta, corre un poco en el sitio. 


Si te olvidas de que llevas zapatillas, has elegido bien.

Así de fácil.

Bien.

Otro error común: Buscar tu talla solo en la categoría de Hombre o Mujer.

Las barefoot tienen la misma horma para ambos. Lo único que cambia es la etiqueta.

Así que si no encuentras tu talla en un sitio, prueba en el otro.

Lo mismo con los niños que están en la frontera de las tallas de adulto: si tu hijo usa un 36, probablemente encuentre zapatillas en la categoría de Mujer.

Olvida las etiquetas. Busca lo que se ajuste a tu pie.

Por último.

Llega el frío. Llega la lluvia. Llega el barro.

Y tú sigues con las mismas zapatillas, esquivando charcos como si fueran cepos, con los pies mojados y maldiciendo en silencio.

No tiene sentido.

Porque hoy puedes tener botas impermeables, flexibles y ligeras que respetan el movimiento natural de tu pie y que, además, no parecen sacadas de una expedición polar de los años 50.

Y aquí es donde entran en juego dos modelos de Lems que lo tienen TODO:

Para empezar una bota para los que no se quedan en casa: Lems Breck Boot Waterproof

Si eres de los que no se asustan con un poco de barro, si te gusta caminar por la montaña o simplemente quieres un calzado que lo aguante TODO sin renunciar a la comodidad, aquí tienes tu nueva aliada.


✔ Impermeable de verdad. No “resistente al agua”. Esto aguanta lluvia, charcos, nieve… lo que le eches.

✔ Ligera como una pluma. Nada de sentir que llevas dos ladrillos en los pies.

✔ Flexible y cómoda. Porque una bota no tiene por qué ser una jaula para los pies.

✔ Barefoot real. Espacio para los dedos, cero restricciones y máxima sensación de libertad.


Y para el día a día (y mucho más), pero con una caña más baja: Lems Outlander Waterproof

Porque no todo es montaña. A veces solo quieres unas botas que lo aguanten todo sin parecer que vienes de escalar el Everest.

Una opción casual, elegante y funcional para la montaña y el día a día:


✔ Calidez sin exceso. Mantiene el pie caliente sin convertirlo en un horno.

✔ Materiales premium. Porque tus pies también merecen calidad.

✔ Flexibilidad real. Se adapta a ti, no al revés.

✔ Look impecable. Porque no todo lo impermeable tiene que parecer una zapatilla técnica de astronauta.


Y ahora, ¿qué vas a hacer?

Seguir con los pies fríos, mojados y apretados… o ponerte unas botas barefoot como Dios manda.

No te lo pienses demasiado. El frío no espera.

Efectiviwonder.

La salud empieza en tus pies.

Antonio Caballo

Publicado el 01/02/2025 por @antonio.caballo Revisión de Zapatillas, Calzado para pies anchos o... 0 3043

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