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Zapatos nuevos. ¡Qué ilusión!
Te los calzas, te miras al espejo y en ese momento piensas: "Elegancia pura".
Pero en cuanto sales de casa, la cosa cambia:
Un roce aquí.
Una ampolla allá.
Y tú caminando como un pato recién salido del agua.
Ahora imagínate que alguien te dice:
"Tranquilo, tengo la solución. Contratamos a un ayudante para que se ponga tus zapatos nuevos durante una semana. Para domarlos por ti.
Cuando te los devuelva, serán tan cómodos como unas pantuflas".
Parece un chiste, ¿no?
Pues esta idea, medio absurda, aparece en una película y es tan loca como reveladora.
¿Por qué pasa esto con los zapatos tradicionales?
Fácil. Están hechos para ir a la moda
Tacón y punta.
No para que tus pies estén bien dentro de ellos.
Resultado:
Te gastas un dinero para pasar los primeros días (o semanas) andando como si le hubieras dado una patada a una piedra.
Yavestruz.
Que gasto más inteligente.
La buena noticia es que hay alternativas.
Muchas.
Variadas.
Sin necesidad de domarlos, como si los zapatos fueran caballos salvajes.
Y elegantes, tanto o más, como el más cursi de los gucci.
Si aún no la conoces, te presento a ZAQQ.
Estos zapatos lo tiene todo:
Olvídate de ampollas, de roces, de andar como si hubieras salido de un combate de boxeo.
Con los barefoot Zaqq, te plantas en una reunión, una boda o donde sea, y ni te acuerdas de que llevas zapatos.
Así que deja de sufrir por moda y pásate al lado barefoot.
Rojo o Azul.
Efectiwonder.
La salud empieza en tus pies.
Antonio Caballo.
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