¿El Neuroma de Morton se quita? Esto es lo que debes saber

Viernes por la mañana, entro en la tienda y veo a Ángel con el teléfono en altavoz.

Al otro lado, una voz angustiada me llama la atención.

Es César, un cliente que lanza una pregunta directa y cargada de desesperación:

"¿El neuroma de Morton se quita?"

Le digo a Ángel con la mirada que me pase el teléfono. César está preocupado, se siente atrapado en una situación que a todas luces, parece no tener salida.

Él mismo me lo confiesa:

"Lo que más me jode es que tengo este problema que parece no tener solución y lo peor es que ni siquiera sabía que me lo estaba provocando yo mismo.

¡Si lo hubiera sabido antes… jamás habría usado zapatos con tacón o punta estrecha!"

Me lo imagino frente a mí: un buen tipo que solo quiere una vida sin dolor, sin temer a cada paso.

Su angustia, puede ser la misma que la tuya, o la de tantos otros que se encuentran en la misma situación.

Este problema es tan común, que debería enseñarse en el primer curso de Podología.

¿Qué es el neuroma de Morton?

Déjame ponerlo en palabras sencillas: el neuroma de Morton es una inflamación del nervio que pasa entre el tercer y cuarto dedo del pie.

Al inflamarse esa zona, la pisada se convierte en una tortura porque el cuerpo humano no está diseñado para soportar el peso justo en ese punto.

El pie tiende a repartir el peso por toda la planta, pero ¿qué pasa cuando llevamos años encerrando los pies en zapatos rígidos, estrechos y con tacón?

Exacto, el pie se deforma, y de repente esa parte que no debería cargar peso… termina cargándolo todo.

¿Resultado?

Dolor, pinchazos y esa sensación de tener una piedra bajo el pie cada vez que das un paso.

Sigue la conversación y Cesar me pregunta por la cirugía.

Sí, es una opción, le contesto, pero no es la primera que deberías considerar.

Es el último recurso, el plan Z, porque, como en cualquier cirugía, hay riesgos. 

A veces se corrige el problema… y a veces no.

Por eso, siempre aconsejo probar otras vías antes de tomar la decisión de ir a quirófano.

César me cuenta que hace cinco meses que compró unas Lems y ha notado mucha mejoría, pero las molestias aún persisten.

Esto es algo que veo mucho: el calzado barefoot es una solución a largo plazo, pero requiere de tiempo y de algunos pasos adicionales para acelerar la recuperación.

Si tienes Neuroma de Mordor, aquí tienes algunos consejos para ayudarte a mejorar:

1. Ejercicios para ganar movilidad: Con el neuroma de Morton, la pisada se concentra en una zona que no está preparada para soportar a largo plazo. Si logras que los dedos se extiendan y recuperen movilidad, distribuirás el peso y aliviarás la zona afectada.
2. Usa correctores de dedos: Para realinear los dedos progresivamente y mejorar el equilibrio de la pisada. Aunque lleve tiempo, esto puede marcar una gran diferencia en cómo te sientes al caminar. 
3. Sé constante con el calzado barefoot: El dolor que tienes tardó años en desarrollarse y requiere paciencia. No esperes una solución rápida; el pie necesita tiempo para reeducarse. Cada paso que das con el calzado barefoot es uno más hacia la recuperación. 

César escucha en silencio, asintiendo al otro lado del teléfono.

Lo noto más tranquilo.

Me dice que con mis consejos se anima a seguir más constante.

Y ahí está el secreto: constancia.

Estoesasí.

El neuroma de Morton se puede mejorar, pero no hay atajos.

Tómalo como un recordatorio de lo mucho que tus pies han soportado y empieza a devolverles el favor.

Cambia de calzado, las Lems Primal Zen, son las que utiliza Cesar y es uno de mis modelos favoritos para este tipo de problemas.

Haz ejercicios (puedes empezar con los de este vídeo, desde el principio hasta el minuto 2 y medio).

Usa correctores de dedos (sin dudas estos son los mejores) y si te molesta hay una forma de recortarlos para adaptarlos a tu pie.

Porque la idea es que el corrector te ayude, no que sea otra fuente de dolor. Mira el vídeo.

Y sobre todo, dale tiempo a tus pies, no pierdas la paciencia.

Así que si te preguntas si el neuroma de Morton se quita, la respuesta es sí, pero no con magia ni prisa, sino con dedicación y los aliados adecuados.

Calzado barefoot, ejercicios y constancia.

Yavestruz, que cosas.

Efectiviwonder.

La salud empieza en tus pies.

Antonio Caballo.