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Voy a responder a la pregunta, pero antes imagina esto:
Tu hijo corre como una bala, está encantado, lo disfruta, y sin embargo tú estás ahí, pensando si deberías hacerle un estudio biomecánico porque en tu cabeza, algo te dice que igual no está corriendo "bien".
¿Te suena?
Pues justo eso es lo que me contó Elena, una clienta recurrente que hace un año me pidió ayuda para sus dolores en los pies.
Se pilló unos separadores, hizo unos ejercicios que le recomendé, y ahora dice que sus pies han mejorado muchísimo gracias a mis consejos.
Hasta aquí, todo bien.
Pero esta vez, Elena no me escribía para ella, sino para su hijo de 8 años, que corre casi todos los días.
Le encanta el atletismo, es un máquina corriendo (según sus palabras) y lleva calzado minimalista desde los 4 añitos.
Ha pasado por Merrell Trail Glove, Vivobarefoot, Xero Prio Kids,…
Yavestruz,
todo un experto en barefoot a su corta edad.
Elena me dice que ya lo llevó a un podólogo por si necesitaba plantillas, pero el podólogo le dijo que no, y a pesar de eso, ella sigue con la mosca detrás de la oreja.
Así que me lanza la pregunta: ¿Le hago un estudio biomecánico?
Y aquí está mi respuesta.
Los niños son incleíbles.
No solo porque son energía pura, sino por su capacidad innata para adaptarse.
Sus cuerpos están en constante evolución y si tu hijo corre feliz y sin dolor, eso ya es una gran señal de que lo está haciendo bien.
Además como lleva años corriendo con calzado barefoot, lo más probable es que sus pies y su musculatura se están desarrollando perfectamente.
A veces como padres tendemos a sobreanalizar.
Lo vemos correr y pensamos:
“Mmm, ¿será que no está pisando bien?
¿Y si más adelante se lesiona?”
Pero si no tiene molestias ni lesiones recurrentes, ¡es que está todo correcto!
Y no digo que un estudio biomecánico sea innecesario, pero antes de que te gastes dinero en eso, piensa en que tu hijo lleva varios años corriendo con calzado barefoot y su cuerpo se ha ido ajustando de manera natural.
Si no tiene molestias ni lesiones recurrentes, tal vez no sea necesario intervenir.
¿Qué haría yo? Algo simple:
Variar sus actividades.
No lo centres solo en correr. Que juegue, que trepe, que se tire por el suelo, que haga deportes distintos.
De esta forma, no solo desarrollará sus músculos de forma equilibrada, sino que evitarás esas sobrecargas que suelen venir de hacer siempre lo mismo.
Correr es maravilloso, pero correr todos los días por el mismo sitio, con los mismos movimientos… puede llevar a problemas.
Por eso te recomiendo algo que no falla: la montaña.
Su terreno te desafía a cada paso. No hay dos pasos iguales, y eso es oro puro para el desarrollo muscular y biomecánico. Además, ¡engancha!
Y del calzado, ¿qué?
Pues más calzado barefoot, claro.
No solo para correr, sino para cualquier momento del día.
Es ahí donde realmente los pies de tu hijo obtienen más beneficios. Durante las horas que pasa en el colegio, jugando en el parque o simplemente andando por la ciudad.
Su cuerpo sigue en constante desarrollo, y los pies son la base de todo ese crecimiento.
Y en eso las nuevas Coqueflex tienen mucho que decir.
Efectiviwonder.
La salud empieza en sus pies.
Antonio Caballo
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