¿Qué Zapatos usan los Repartidores a pie de Correos?

Este agosto, mientras tomaba café con Ángel en nuestro bar habitual, observaba a un grupo de repartidores de Correos que desayunaban a nuestro lado.

Al mirarle los pies me llamó la atención sus zapatos, eran de seguridad: pesados, rígidos, sofocantes.

Y la imagen de estos hombres y mujeres repartiendo a pie por las calles se me vino a la cabeza.

Sevilla en pleno agosto, el sol cae a plomo como una bola de fuego y la ciudad se convierte en un horno gigante.

No hay sombra que valga, ni calle que se salve del calor asfixiante.

Imagínate caminando en ese infierno, arrastrando un carro de la compra y con unos zapatos que hacen que tus pies pesen como si llevaras un yunque atado a ellos.

Se cuecen, no respiran y cada paso te recuerda que esos zapatos están ahí para maltratar a tus pies, para maltratarte.

¿Cómo las empresas obligaban a estos hombres y mujeres a llevar esos zapatos de seguridad?

Se nos llena la boca hablando de bienestar laboral, de cuidar al trabajador, pero luego les encasquetan estas barbaridades que les destrozan los pies.

Luego nos quejamos de las bajas médicas, pero ¿quién aguanta así?

El calzado de seguridad convencional, con sus punteras de acero y su suela casi inflexible, puede parecer una buena idea en teoría, pero en la práctica se convierte en un infierno para quienes deben llevarlo durante horas, y peor aún, caminando por las calurosas calles de Sevilla en pleno verano.

La industria del calzado ha evolucionado en los últimos años, y las consecuencias son evidentes con el resurgir de nuevas marcas de calzado barefoot.

Pero ¿qué pasa con los Zapatos de Seguridad?

Los pies son la base de nuestro cuerpo, y cuando los aprisionas en un calzado rígido, el impacto se siente en todas partes: en la espalda, en las rodillas, y por supuesto, en los mismos pies.

Pero no solo se trata de incomodidad; el uso continuo de este tipo de calzado puede llevar a problemas más graves.

Hablamos de juanetes, dedos en martillo, fascitis plantar, dolor de tobillos, metatarsalgia,  dedos comprimidos, arco plantar debilitado…

...hasta las simples ampollas y caños ¿Te suena?

No es raro que al final de la jornada, los repartidores de Correos (y muchos otros trabajadores) se sientan como si hubieran corrido una maratón con piedras en los zapatos.

Ahora.

Imagina que los repartidores de Correos pudieran elegir entre esos pesados zapatos de seguridad y una opción barefoot que cumpliera con las normativas de protección.

Una opción que no solo les protegería los pies, sino que además les permitiría:

• caminar con naturalidad
• reducir el riesgo de lesiones
• y, lo más importante, sentirse más cómodos en su día a día.

No estamos hablando de un capricho, sino de una inversión en salud y bienestar.

Bien, esa opción existe.

Mira lo que dice algunos de los que la han usado:

“Una maravilla de bota de trabajo que respeta la forma del pie y que no oprime nada. Lógicamente pesa mas y es mas rígida que cualquier calzado minimalista pero cumple totalmente las expectativas de protección y comodidad. Por sacarle algún pero, el precio y la plantillas que son algo duras y rigidas y que cambie por una Xero con forma de pie. Ahora ya 100% geniales.”

“Teniendo en cuenta que son botas de seguridad y que tiene que cumplir determinadas normativas y ensayos, son geniales. No se pueden comparar con un calzado minimalista para otros usos, sería injusto. Sin embargo, dentro de la categoría de botas de seguridad son perfectas, flexibles, suela plana, espacio para los dedos y ligeras comparadas con otros zapatos/botas de seguridad. Eso sí, la plantilla original mejor quitarla y poner una fina normal.”

“Cuando pasamos la factura a la empresa les pareció algo caras para ser unas botas de seguridad aunque para mi compañero y para mi de los mejorcito de botas de seguridad que nos hemos puesto. Cómodas, amplias y cumplen con la normativa. No podemos pedir mas.”

No podemos seguir mirando hacia otro lado.

Las empresas deben replantearse qué tipo de calzado imponen a sus empleados.

No se trata solo de cumplir normativas de seguridad, sino de entender que un trabajador que se siente bien rinde mejor, tiene menos probabilidades de lesionarse y, sobre todo, trabaja más a gusto.

Así que la próxima vez que veas a esos repartidores de Correos o a cualquier trabajador calzado con esos monstruos de seguridad, recuerda que no tiene por qué ser así.

Hay alternativas, y el cambio empieza por aquí:

• Zapatos de Seguridad Barefoot - Nivel 3

• Botas de Seguridad Barefoot - Nivel 3

Efectiviwonder

La salud empieza en tus pies

Antonio Caballo