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La pregunta que nos hizo un cubano no tiene mucho misterio. Nos la hacen todas las semanas, lo que sí es diferente fue la forma en la que él mismo se dio cuenta.
Puedo decir, que tuvo un despertar.
Verás, Mario es un cubano de mediana edad que nos llamo para preguntar cómo se hacía un cambio de talla.
Tenía la duda si era mejor más espacio. El calzado que le había llegado lo sentía bien, un poco justo, pero como así se sentía con los zapatos que tenía, no sabía si el calzado minimalista era diferente.
Por lo que llamó para ver si es así como debe sentirlos o de lo contrario debería realizar un cambio a una talla superior.
A ver, esta sensación es muy normal y le ocurre a mucha gente que usa un zapato minimalista por primera vez.
Estamos tan acostumbrados a llevar zapatos estrechos, que cuando nos probamos unas minimalistas esperamos esa sensación.
De hecho, mucha gente ve raro el espacio que te ofrece el calzado minimalista.
Yavestruz.
A lo que iba.
Cuando Mario llama para contar sus sensaciones, también dice que le han diagnosticado fascitis plantar y juanetes.
Y hablando sobre el espacio que necesita los dedos para moverse, cuenta que cuando era niño un día se encontró unos zapatos.
Mario lo recuerda como algo grandioso. Estaba siempre descalzo y cuando vio los zapatos abandonados dijo: ‘Esto es para mí’, y se los puso.
Cuando llegó a casa aún seguía emocionado y se lo enseñó a su padre, que tras mirarlos y tocarle la punta del zapato le dijo que le estaban chicos, pero Mario no le hizo caso. Él quería llevar zapatos y a pesar de que le estaban pequeños se los puso.
Y contando esto llegó su 'darse cuenta’.
A medida que lo contaba vio que la falta de espacio para sus dedos siempre había sido una constante en su vida.
Mario no sintió la incomodidad de llevar zapatos estrechos, y si la sintió, su deseo de usar los zapatos era mayor que el dolor.
Al contrario de la langosta, que cuando crece y su caparazón le aprieta, lo abandona mientras se fabrica otro más grande, aún a riesgo de ser devorada.
Y con esto llegamos a lo de siempre, a lo difícil que es abandonar una creencia instalada durante decenas de años.
Algo tan fácil de ver y tan difícil de cambiar.
Bien.
Espacio, juanetes, dedos desviados… todo eso tiene solución con 2 cosas:
Un calzado minimalista y un corrector de dedos.
De calzado te recomiendo las nuevas botas Lems Tellurine, que te permiten caminar bajo el frío sin que te duelan los pies, al contrario de las típicas botas rígidas y estrechas que ves en todos los escaparates.
Y de corrector los Correct Toes, los únicos que podrás llevar puesto mientras caminas o corres.
La salud empieza en tus pies.
Antonio Caballo.
Pd. Por cierto, el cambio de talla es muy sencillo, solo tienes que seguir los paso aquí, pero antes comprueba si entra un dedo entre el talón del pie y las zapatillas sin habértelas atado, más info sobre el ajuste aquí.
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