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Una clienta me escribe para quejarse de la atención recibida, pero me da las gracias por vender calzado minimalista.
Ying - Yang
Azul - Rojo
Betis - Sevilla
Amor - Odio
Vida - Muerte.
Nuria dice:
"Me atrevo a escribiros porque, aunque no suelo hacerlo por mi carácter introvertido, el conoceros me ha devuelto la esperanza sobre el desarrollo de mis pies y por tanto del resto de mi cuerpo.
Tengo, desde hace muchos años, un Neuroma de Morton que me han ignorado muchos y mandado a operar otros, advirtiéndome que no me iba a quedar bien de todos modos después de la operación.
Pero nadie jamás me habló del tipo de zapatos que vendéis.
Hace poco que os conocí y compré un par de zapatos be lenka que no me quito ni para dormir.
También recibo los correos de Antonio de Zami que me han devuelto la esperanza de la que os hablaba antes."
Ahora lo menos bueno:
"Lo único negativo es que las zapatillas be lenka están un poco despegadas de la suela desde el cuarto día y ya he escrito dos correos y llamado dos veces por teléfono, pero no obtengo respuesta alguna.
Estoy un poco confusa, pues mi idea es ir comprando zapatillas barefoot para el resto de mi vida, pero no sé por dónde empezar, porque estas no me han salido buenas y no sé si es normal o no me contestáis por otro motivo.
Escribo por aquí por si podéis ayudarme....mil gracias de antemano y mis disculpas por la insistencia…"
Bien.
Lo que le sucedió a Nuria con las Be Lenka sucede a veces, no debería, pero puede pasar.
Las zapatillas minimalistas tienen muy poca suela y en la zona de flexión se suelen despegar.
Esto también le ocurre al resto de marcas, no es sólo Be Lenka y también depende de la capacidad de flexionar la zapatilla que tenga la persona. Hay gente que flexiona mucho y otros que menos.
Esto no afecta al rendimiento, ni a la durabilidad, es solo algo estético.
Como puede pasar, grabé un vídeo para explicar cómo solucionarlo de forma rápida en casa con un poco de pegamento tipo Loctite.
Aquí el vídeo en el apartado Reparación.
Si te ocurre esto y no te atreves a repararlo, lo puedes llevar al zapatero de tu zona y te reembolsaría el coste de esa rápida reparación.
Con este gesto tus zapatillas volverán a estar perfectas en pocos minutos, reduciendo la huella de carbono que provocaría enviar la zapatilla para que yo te la reparase. Si te importa un pimiento la destrucción del planeta, pues nada, te la reparo en la tienda.
Y con respecto al retraso en la contestación poco que añadir.
A Nuria le cogimos el teléfono, nos explicó lo sucedido y le pedimos fotos para ver el alcance, pero en la respuesta de la solución nos demoramos un poco.
Hay veces que tenemos mucho trabajo en la tienda física y me es difícil, a mí y a mis compañeros, atender el teléfono. El wasap al no ser inmediato le damos más respuesta.
Solo te pido un poco de paciencia si alguna vez no te contesto con la rapidez que solemos hacerlo.
Por último y volviendo a lo más importante que dice Nuria:
“nadie jamás me habló del tipo de zapatos que vendéis”
Y con ese propósito nació ZaMi.
Para vender calzados que solucionarán problemas, no que los provocara.
Como las nuevas zapatillas de Be Lenka que Nuria tampoco querrá quitarse ni para dormir.
La salud empieza en tus pies.
Antonio Caballo.
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