Lo que una Dentista dice de los Pies

Hoy te cuento lo que una dentista piensa de los pies.

Te puede sonar raro, pero merece la pena leerlo, porque al final todo tiene sentido.

La cosa es que Irene empezó a interesarse por los pies, y por el calzado minimalista, haciendo un máster de Posturología Clínica en el que una parte del temario lo daban podólogos que le explicaron la importancia del pie como órgano sensitivo, al igual que los ojos y la boca.

Y le recalcaron la importancia vital del contacto directo, o lo más directo posible, del pie con el suelo desde que nacemos.

Cuando le pregunté a Irene por qué una dentista había decidido estudiar posturología clínica me contestó que ella viene del mundo de la rehabilitación neuro-oclusal, donde se da mucha importancia a la masticación dura, seca y fibrosa.

Y dice:

“Entonces a partir de ahí me lié con la importancia de la respiración nasal para que la boca funcione bien, y en la misma sintonía fui viendo cómo la postura del cuerpo entero se ve afectada cuando la boca está mal y viceversa.

La gota que colmó el vaso para decidirme fue cuando al tratar a un paciente de unos vértigos horrorosos, estos le desaparecieron, pero también le bajó la tensión (tuvo que dejar de tomar antihipertensivos) y le mejoró la vista... ahí ya yo alucinaba.

Creí que era casualidad. Ahora estudiando he visto que de casualidad nada, que todo tiene sentido, y que el conocimiento del captor podal, visual y oclusal son fundamentales en llevar los casos clínicos adelante.”

Cuando leí esto me quedé con dudas.

¿Captor podal, visual y oclusal?

Entonces, ¿los pies están relacionados con la boca y con los ojos?

Le pedí más información.

Dice:

“Tú sabes cómo estás colocado respecto al mundo exterior gracias a lo que ves,

a lo que tocas,

a lo que oye,

y a lo que sientes desde la piel, sobre todo de la planta de tus pies;

y aunque no lo parezca, también desde la boca. 

Aunque tengas los oídos y ojos tapados, sabes si tienes las piernas cruzadas o la cabeza girada, por ejemplo.

La mayoría de la información del exterior te llega por la planta de los pies.

Estos te ayudan a mantener una postura corporal correcta, con la columna vertebral recta, con los hombros y ojos nivelados, la boca cerrada y respirando por la nariz.

Hay un equilibrio entre los músculos, huesos, y articulaciones de tu cuerpo y los órganos de los sentidos.

En el cuerpo todo está relacionado entre sí.

Si pisas un pedrusco, la incomodidad te hará mover el pie, con lo que tu pierna entera se moverá un poco, y con ello la cadera, que a su vez va unida a la columna, y ésta llega hasta las cervicales, obligando a cambiar la posición de la mandíbula y de la cabeza.

Cuando mueves la cabeza, aunque sea un poquito, hace que la posición de tus ojos cambie y tienes que ajustar la vista para no perder el equilibrio.

Pero por desgracia, maltratamos a nuestros pies encerrándolos en zapatos que impiden sentir lo que pisa.

Como dentro del zapato el pie no puede ayudar a equilibrar el cuerpo, porque no siente. Tienes que aprovechar el resto de estructuras para tratar de conseguirlo.

Por lo que cualquier cambio sube por la columna vertebral hasta la cabeza, y afecta tanto al cráneo como a la mandíbula. Por tanto, la mandíbula puede situarse fuera de su sitio normal, apareciendo una maloclusión (los dientes de arriba ya no encajarán bien con los de abajo).

Así que por la inactividad de los pies puedes acabar con un aparato en la boca, pero no se está tratando la verdadera causa del problema: los pies.

Lo contrario también ocurre.

Si tu boca encaja mal, puede ser que el resto del cuerpo tenga que adaptarse cambiando la forma de pisar, la forma de caminar, la forma de moverse al levantar peso, etc. 

Y puede ser más fácil que tengas un esguince de tobillo, o dolor en los pies que el podólogo tratará, pero no llegará a la verdadera causa: la boca.

La vida moderna nos lleva a no usar los pies (calzado moderno), ni la boca (si podemos triturarlo, para qué masticar) y lo mismo sucede con los ojos.

Y así estamos, el trío plantillas-gafas-ortodoncia.

Cuando lo que necesitamos es caminar sintiendo el suelo, masticar sintiendo la comida y jugar al aire libre.

La vida de los pies es sentir lo que pisas.

La vida de la boca es sentir lo que comes.”

Irene Iglesias, odontóloga especialista en Rehabilitación Neuro Oclusal y Posturología Clínica.

A los meses Irene me vuelve a escribir. En este caso para contar lo bien que le había ido con una Be Lenka en una escapada al campo (esto te lo cuento otro día,) y me dejo solo una frase:  

“Lo que comemos hoy en día es para la boca, como llevar unas zapatillas Nike Air en los pies”.

Tú decides.

Para todos los días no me lo pensaría:

• Be Lenka City para hombre,
• Be lenka Royale para mujer
• Be lenka Jolly para niños.

La salud empieza en tu boca y termina en tus pies.

Antonio Caballo.