Una madre feroz por encontrar una zapatilla para su hija

Pasó por delante del escaparate, vio algo que le llamó la atención y sucedió.

Hay un dicho que dice “cuando pegas la nariz a un cuadro, no puedes ver la pintura”.

Se refiere a que te falta distancia, amplitud de miras…

Se refiere a que vivimos, vives, con la mente tan cerrada, que te falta espacio para ver la realidad.

Es lo que ocurre en tu día a día.

Tenemos creencias tan dentro de nosotros, que las consideramos válidas, aunque nunca hayas pensado sobre ellas.

Simplemente las crees.

Por eso me sorprende cuando sucede lo que te cuento hoy.


Bárbara entra con su hija.

La pequeña tiene 10 años, pero se comporta como si tuviera 4. Necesita cuidados especiales y no para de mover los pies y las manos.  

Bárbara le cuenta a Ángel que hace días pasó por delante de la tienda y se fijó en la anchura de los zapatos.

Dice:   

"¿Si los pies son más anchos por delante que por detrás, por qué los zapatos lo hacen al revés?"

Ángel sonríe aprobando su reflexión. Llevamos años hablando sobre ello y nos sorprende que siendo algo tan fácil de ver, tan poca gente se de cuenta.

Cuando Bárbara termina de hablar, Ángel coge un zapato de la estantería y le contesta:

"Tienes toda la razón, es algo que llevamos preguntándonos años. Los pies son más anchos por la zona de los dedos, el calzado todo lo contrario, más estrecho, pero no es sólo la anchura.

¿Te has fijado en la elevación de la parte trasera?, lo que se llama tacón.

Su única función es estética y tenemos las zapaterías llenas de calzado de niños con él.

Y es más, a veces está escondido bajo la plantilla. A simple vista parecen planas y cuando levantas la plantillas te encuentras un alza en el talón.

Después mucha gente se queja de escoliosis, una cadera más alta que otra, dolor de espaldas…"

"¿Y los contrafuertes?, -sigue Ángel.

Los pies necesitan crecer libres, con espacio y sin nada que impida sus movimientos. Es la única forma de que adquieran la fuerza necesaria para sostener al cuerpo, y justamente hacemos lo contrario."

Barbara está atenta a su hija, pero no pierde hilo de lo que dice Ángel.

Le prueba un par de zapatillas y cuando vio los dedos a través de los agujeros de las Ultra Kids, se extrañó y a la vez se alegró de que pudiera moverlos.

"Mira los dedos, lo suelto que se ven." -dice Bárbara.

La pequeña Elena se fue con las Ultra puesta y se veía más estable, incluso más contenta.


Vuelven después del verano, para la vuelta al cole.

Barbara intentó ponerle unas antiguas zapatiilas que tenía en casa y después del primer día vio que su hija volvió con todo el pie marcado, incluso con rozaduras en la zona del dedo pequeño.

Se alarmó, y dijo: "Esto no se lo pongo más."

Pero además, buscaba algo para ella. Después de comprobar lo bien que había estado su hija estos meses, quería probar esa sensación.

Ángel le comento que en breve tendríamos una nueva marca muy femenina. Que si no le corría prisa, que se esperara.

La espera ha terminado.

Aquí están:

Zapatos Feroz

Fabricadas con tanto cariño, que cuando te las pones, sientes como si tu abuela te hubiera dado un abrazo.


Hoy más que nunca, la salud empieza en tus pies.

- Antonio Caballo

Pd. Gracias a Lau y su equipo por hacer estas maravillas para nuestros pies.