Lo más importante que tienen tus pies y que tú le quitas a diario

Si al caminar no sientes el suelo, no estás usando tus pies y eso es un problema.

Un problema distinto al que tenía Mika, pero en cierto modo relacionado.

Lo cuenta Samuel, un chico muy simpático que nos visitó varías veces esta semana en la tienda.

Es americano, de Oakland.

Le encanta hablar, hacer amigos y sentir experiencias nuevas.

Ya sea hacer el caminito del Rey, ir a un circo ambulante para niños o comprar un jamón para comerlo al estilo español, cortado a mano.

Samuel descubrió el calzado minimalista por su amigo Mika.

Ellos son grandes amigos desde hace muchos años y hablan a diario.

Pero tiempo atrás Mika tuvo problemas en casa y cayó en una depresión.

Esta depresión le obligó a quedarse muchos meses entre sus cuatro paredes, sin ganas de relacionarse con el mundo.

Un día, Mika despertó de su letargo y se lanzó a viajar solo por el mundo.

Pero con una particularidad, lo haría sin zapatos.

No sé el motivo de esta decisión, pero hoy lleva 6 años recorriendo el mundo descalzo.

Como lo lees.

De estar encerrado en un cuarto en Oakland, a subir montañas descalzo en África. Sintiendo el contacto con la naturaleza por los cinco costados.

Y de eso va el asunto, de sentir.

Y de cómo mejorar la sensibilidad de tus pies, aunque siempre andes por la superficie lisa y plana de tu ciudad.

Porque ya sabes que tus pies (y tu cuerpo) envejecen si no los usas.

Y el mundo artificial por donde te mueves tiene muy pocos estímulos para tus pies.

Todos los pasos son iguales.

Como un pez encerrado en una pecera haciendo siempre el mismo recorrido.
 
Ahora los pies de Mika sienten cosas nuevas todos los días, porque cada paso es diferente.

Y no solo porque lo hace descalzo, sino porque lo hace por multitud de texturas diferentes.

Pero Tú, yo y los que vivimos en ciudades no podemos decir lo mismo.

Nuestro mundo es plano.

No hay nada que ofrezca nuevos estímulos a nuestros pies.

De la suavidad de las zapatillas, pasamos al mundo liso de nuestras casas.

Y lo peor es que nuestros pies esperan esos estímulos. Para ellos es clave.

¿O acaso piensas que los miles de sensores de tus pies son para sentir la suavidad de tus Nike?

Una suela gorda, acolchada o amortiguada, no deja sentir el suelo. No deja que te sientas vivo.

Y sólo conozco dos formas para que tus pies salgan de la pecera.

O andar descalzo sobre terrenos irregulares.

O usar la textura Naboso en tus zapas minimalistas.

Cosas simples, pero con gran resultado.

Termino con una frase que se repite en el tiempo.

“Los minimalistas llegan por las lesiones, pero se quedan por las sensaciones.”

-Antonio Caballo.

Pd1. Gracias Samuel por contarnos la historia de tu amigo Mika.

Pd2. ¿Cuántas cosas diferentes tocan tus manos al cabo del día? ¿Y tus pies?

Para que cada paso sea diferente: texturas Naboso