No hay productos
Estos precios se entienden IVA incluído
Estos días de Semana Santa he visto muchas gentes quejándose de los pies. (Al final te dejo una foto).
Muchas.
Simplemente por estar de pie o por andar.
Y esto, tan común y normal en nuestros días, es muy absurdo.
Somos la única especie de la Tierra que se queja por hacer aquello para lo que nació.
Verás.
Te acuerdas de la poesía de Bequer, la que decía: Volverán las oscuras golondrinas de tu balcón sus nidos a colgar …
Todo un clásico de mi adolescencia que cada primavera se vuelve realidad, ya que ellas hacen un nido en mi fachada.
Pues el vuelo de estas golondrinas me ha recordado a nosotros, los humanos, y lo apartado que estamos de nuestra esencia.
Las golondrinas vuelan a gran velocidad y hacen giros imposibles. Sin embargo, no se quejan de sus alas.
Sería absurdo.
Los humanos nos quejamos por andar. Nuestro movimiento más simple.
Muy absurdo.
¿La diferencia?
Una es que las golondrinas no protegen sus alas.
¿Te imaginas ver a una golondrina con cubrealas?
Uno rígido, que estrechará sus plumas, pesado y que modificara sus alas. Eso sí, con su símbolo de Nike impreso.
Es absurdo hasta imaginarlo.
Los humanos protegemos los pies a todas horas desde que nacemos.
Y es peor, porque más que proteger, sobreprotegemos.
No nos vale con una fina capa que nos separe de la suciedad, nos proteja de las temperaturas extremas y superficies muy abrasivas.
De un calzado así, se ha pasado a suelas gruesas, rígidas, estrechas y pesadas, que debilitan tus pies y que aumenta tu dolor en forma de juanetes, rozaduras, fascitis, espolones, neuronas, callos, …. y un largo etcétera.
Normal que te duelan los pies.
Te quejas simplemente por andar y con razón.
Y a pesar de que somos seres con dos piernas, que llevamos millones de años andando de aquí para allá descalzos, todavía escucho algún iluminado diciendo que si lo vende Nike no puede ser malo.
Que es mejor moverse toda la vida con muletas (las Nike) que tomarse un tiempo en fortalecer sus pies, recuperar la linealidad de sus dedos, su flexibilidad y su sensibilidad.
No sea que tus pies aprendan a saber por donde andas y no haya vuelta atrás.
Porque hay una cosa clara.
Si usas un calzado minimalista, difícilmente volverás a calzarte el que encuentras en cualquier zapatería.
La regla se cumple.
Menos es más.
Menos zapato, más tú.
Más pie.
Si tienes dudas acuérdate del vuelo de las golondrinas.
Ligero, ágil, rápido, sencillo…..como deberían ser tus pies.
La salud empieza en ellos.
- Antonio Caballo.
Pd. La foto con una solución para el dolor de pie. Otra más lógica es cambiar de zapatos.
Categorías de Artículos
1 Comentario
Juan Lopez 24/04/2022
Como siempre... con más razón que un Santo!!!!;)