El ciclista del millón de dólares

Hoy te voy a hablar de zapatillas de ciclismo y cómo influye la falta de impactos en tus huesos, pero antes te voy a contar la historia del ciclista del millón de dólares.

Dos años antes de que el Gran Indurain ganara su primer Tour de Francia, David Lockwood, un californiano con pintas de espartano, entrenaba día y noche con el sueño de competir en el Tour.

No lo hacía mal, destacando en algunas de las pruebas, pero en una tuvo la mala suerte de atropellar a una anciana y causarle la muerte.

El trágico accidente fue el fin deportivo para David.

No sólo tuvo que convivir con el peso de la tragedia, también con el abandono de la Federación de Ciclismo.

Ésta, no quiso saber nada cuando la familia de la anciana le puso una demanda por un millón de dólares.

David quedó sepultado en vida.

Sin equipo, con la carga moral de haber causado una muerte y con una deuda millonaria.

Tuvo que pasar dos años para que David encontrara una motivación para salir del pozo.

Aunque no tenía equipo, participaría en el Tour de Francia.

Necesitaba demostrarse a sí mismo que podía terminar la carrera.

Lo haría solo, saliendo 3 horas antes que el pelotón y con una pobre dieta a base de Coca-cola y pan.

En el Tour varios le ayudaron, el equipo ONCE le dejó dormir en una autocaravana y la organización le concedió un pase para poder superar las montañas.

David recuerda aquello como uno de los mejores momentos de su vida.

El ser humano tiene estos contrastes. Unos encuentran placer en el sufrimiento extremo de superar una cima y otros pagarían dinero para no hacerlo nunca.

David terminó el Tour del 91, el primero que ganó Indurain. Y a la gesta de nuestro campeón siempre le acompañará el sueño cumplido de un californiano.

Respecto a las zapatillas de ciclismo, no sé cómo serían las de David, pero si eran como las actuales seguro que tenía problemas en los pies.

Y no sólo porque provocan la desviación del dedo gordo, juanetes, pies rígidos, dedos desactivados… sino por uno más importante: la pérdida de hueso.

La falta de impacto hace que los huesos se vuelvan más quebradizos. Pero hay más, se ha demostrado que la pérdida ósea y la degradación de los huesos causa envejecimiento.

Y en el ciclismo, al igual que con zapatillas amortiguadas, los pies no sienten, no hay impacto.

Justo por eso, Shimano ha sacado una línea de zapatillas minimalistas. Para que al menos puedas sentir el pedal y la fuerza que aplicas.

Además, su horma ancha evita que tu dedo gordo se desvíe, y ya sabes que una ligera desviación está asociado con menor riego sanguíneo en tus pies.

Casi nada.

Es cierto que montar en bici nunca será para los pies como correr sin amortiguación o pasear, pero para los que aman la bicicleta y quieren fortalecer sus pies ahora existen las Shimano:

• Para carretera

• Para mountain bike

La salud de tus huesos empieza en tus pies.

Antonio Caballo