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Lo de hoy va de imágenes. Dicen con razón, que una vale más que mil palabras.
Y también de madres, de algunas, las que protegen hasta hacer daño.
Espero que lo vean el mayor número de ellas.
No tengo ni los medios, ni la autoridad para que esto cale hondo. Pero estoy seguro que cuando veas las imágenes te van a sorprender. Y quizás llegues a la conclusión correcta.
La primera es una foto real del pie de un bebé de 10 meses.
¡¡Los huesos no se han formado!!
Esto, las madres sobreprotectoras, no lo tienen en cuenta a la hora de comprarles un calzado.
Por eso lo de la imagen, para que lo vean con sus propios ojos.
Para que vean lo maleables que son y lo importante que es respetar esto.
¿Qué pasa si a estos pies le pones un calzado que no permita su crecimiento?
Hablo del calzado rígido, estrecho, con elevación en el talón, con suelas gordas, acolchadas, que oprime y limita sus pies. Que más que un zapato de niño, parece un calzado ortopédico…vamos, el que se suele vender en las zapaterías.
Que el pie se adaptará al zapato, cuando debería ser al contrario.
Si plantas un árbol en una maceta, las raíces no crecen libremente, se adaptan a la maceta.
Es decir, el pie se deformará para poder encajar en el recipiente que le hayas puesto.
Muchas madres ven con buenos ojos ese tipo de zapatos, porque piensan que añadiendo más protección, sus hijos estarán más seguros.
Todo lo contrario.
La sobreprotección “mata”, debilita y los hace más torpes.
Pierden equilibrio, coordinación, y aumenta el riesgo de caídas y las papeletas de tener problemas graves en los pies.
Esas madres suelen ser las mismas que no dejan que sus hijos gateen descalzos. Se buscan mil excusas, sin saber que están evitando el desarrollo de la parte más importante para el movimiento: el dedo pulgar.
Al gatear, los niños empujan con los dedos y ayudan al pie a actuar como una palanca rígida. Un calzado estrecho, o rígido o que incline el dedo gordo, evita está función.
Otra imagen.
Con 3 años los huesos aún no se han unido y el pie no está formado, por eso hay mayor número de huesos.
En la cabeza de los bebés pasa algo similar. Los niños nacen con dos zonas abiertas, las fontaneras, y una tarda un par de años en cerrarse, pero no por eso le pones un casco.
Los pies también tardan años en formarse, por eso es importante que pasen el mayor tiempo posible descalzos.
Sin cascos. Sin zapatos.
Y cuando no sea posible, con el calzado que menos influye en su desarrollo, el minimalista.
Una cosa para terminar.
La mano de los niños también es similar al pie, pero por suerte no la protegemos con guantes a todas horas.
¿Qué pasaría si le pones un guante rígido, estrecho y pesado?
Cuando busques un calzado, piensa en las manos.
La salud de los niños empieza en sus pies.
- Antonio Caballo
Pd. Gracias a @andybryant_podiatrist y @naturathletics por las imágenes.
Pd2. Un guante flexible, ancho y muy ligero para pies en crecimiento: Bar3foot Shoes.
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