No hay productos
Estos precios se entienden IVA incluído
"Me presento, soy Idoia, una chica del País Vasco, un poco lejos de Sevilla.
Llevo meses usando calzado respetuoso y estoy encantada.
De niña estaba mucho descalza. Nada más llegar del colegio me quitaba los zapatos y recuerdo que sentía mucha liberación. No se si por salir del colegio o por los zapatos….jajaja
Pero no vengo a hablar de mi, sino de mi madre.
Tiene 55 años y lleva unos 20 años teniendo callos y clavos en los pies.
Ya sabréis que los callos son muy molestos y dolorosos.
Cada dos por tres va a la podóloga a "hacerse los pies".
Limarse los callos, quitarse la piel muerta, las rozaduras...
Aún así le dan mucha guerra. La verdad es que tienes los pies hechos un cuadro.
Qué opinas, ¿el calzado minimalista le puede ayudar?"
Esta pregunta la hace mucho. Y no solo por los callos, también pregunta por los juanetes, la artrosis, los dedos martillos y las metatarsalgias, que son problemas muy dolorosos y limitantes.
Un calzado ancho para la zona de los dedos, plano, flexible, con poca suela y ligero, te ayudará a ti, y a tu madre, a tener los dedos fuertes, sin apiñar, sin deformar y en el mismo plano, para que la presión se reparta por igual.
Pero partimos de la base de que los pies ya están estropeados y ponerlos bien requiere paciencia y tiempo.
Y sobre todo, evitar que sigan deformándose.
Para eso sólo hay una solución: usar calzado respetuoso con tus pies a diario.
Pero lo que hay que evitar a toda costa es llegar a ese punto. Y más si los pies están en crecimiento.
Como en los niños.
Por desgracia esto no ocurre, y es muy común encontrar niños con problemas causados por el calzado anti-pie:
Después, cuando aparezcan los problemas habrá que buscarles solución. Y encontrarás diagnósticos a patadas. Tantos, como profesionales hay en el sector.
Alguno acertará, pero ¿quién será el afortunado que lo encuentre?
Para los que todavía no tienen problemas, están de suerte, porque es fácil dejar que crezcan sanos y fuertes.
Sólo hay que dejar que los pies se comporten como pies.
Por eso, lo mejor es no ponerles nada.
Y si hace frío, lluvia y nieve unas botas que a la vez que le abriguen, les deje sentir por donde pisan, que sean flexibles, sin tacón y anchas.
Unas botas que sean como unos guantes para las manos, pero en los pies, como estas dos:
La salud empieza en sus pies.
- Antonio Caballo -
Pd. Si te gusta acompañar a tu hijo por la nieve y la lluvia:
Categorías de Artículos