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Para los que tienen juanetes y no quieren dejar de correr

Para los que tienen juanetes y no quieren dejar de correr

Como indica el título hoy hablaré de juanetes y cómo evitarlos.

Y es que el verano saca a relucir uno de nuestros grandes problemas.

Lo hace a modo de destape.

Como ocurrió en Torremolinos en los años 30.

En aquel entonces fue Gala, la compañera de Salvador Dalí, quien mostró al mundo sus ‘bellezas’, para reivindicar a las mujeres y dar paso, años después, al comienzo de la época dorada del turismo en España.

Y es que hoy me encuentro en ese pueblo que pasó de pescar boquerones a recibir a suecas en bolas.

Y de mostrar va la cosa.


Mientras tomo café en una terraza, unas cotorras en un árbol cercano no paran de hacer ruido.

Estos pájaros verdes han desplazado a parte de la fauna local y se ven en bandadas.

Son bonitas, con un alegre plumaje de color verde y un pequeño pico naranja, aunque su forma de cantar es molesta, nada que ver con el fino trinar de los jilgueros.

Parece que están cabreadas.

Y en esas estoy cuando un matrimonio de 50 y tanto se acerca a paso lento.

Ella anda cogida del brazo, como si él fuera su bastón.

Al pasar miro sus pies.

Es verano y como la mayoría usan chanclas o sandalias, puedo ver sus dedos.

Como si estuvieran en una vitrina.

Y es ahora cuando se ve, en un pie sí y en otro también, el gran problema que arrastramos.

Lo que más veo son juanetes.

De todas formas y colores.

Como el arcoíris, como las banderas que ondean por Torremolinos.

Otro punto para este pueblo que ha sido refugio para los incomprendidos del amor.

Samuel, DEP.

Le siguen los dedos en garra.

Como las cotorras, con bonitos trajes, pero con dedos arqueados.

Es la única forma de evitar perder las chanclas que arrastran: Clavarle los dedos.

Esa e inclinar el cuerpo hacia delante. Cuando un niño corre con chanclas se ve fácilmente.

Y por último, pero no menos común: Dedos apiñados.

Como los cuerpos en el Edén Beach.

Un chiringuito de Torremolinos donde hay más hombres arcoíris juntos, que marujas en el primer día de rebajas.


Recapitulando:

Juanetes, dedos en garra y dedos apiñados.

El trío calavera.

Pero hablemos de juanetes.

Es común pensar que son hereditarios.

Muy común.

Pero lo realmente común es que en pies parecidos se usan los mismos zapatos: estrechos y con tacón.

Con mi amiga Pilar lo he hablado varias veces y siempre me da la misma respuesta:


Mi hermana también los tiene y mi madre, y la madre de mi madre…y mi tía abuela…


Creo que no le queda nadie por nombrar de su árbol genealógico.

Lo dice en plan justificación, como diciendo:


Deja mis pies tranquilos, que no quiero más problemas.


Pero lo cierto es que ella y tú, tanto si tienes juanetes o el dedo pulgar inclinado hacia el resto de dedos, tienes muchas papeletas para tener problemas de rodillas y seguramente también de caderas.

Y olvídate de intentar andar más rápida de la cuenta o hacer una simple sentadilla sin que las rodillas se golpeen.

Y de correr ni hablamos.

Porque es casi seguro (me apostaría mi teléfono móvil) que vas a tener dolores y problemas.

A partes iguales.

De meniscos en concreto, de rodillas en general.


Hasta aquí todo lo que conlleva tener los dedos deformados.

Ahora la solución.

Si quieres evitar tener juanetes no debes usar nada que oprima los dedos: ni zapatos, ni calcetines.

Lo mejor es estar descalzo o con un calzado que sea:

- ancho, plano y flexible.


Y si ya tienes juanetes o el dedo pulgar inclinado vas a tener que ponerlo derecho.

¿Cómo?

Si el calzado lo ha empujado en esa dirección, ahora tienes que hacer lo contrario.

Empujarlos también, pero en el otro sentido.

Para esto lo más efectivo son los correctores.

Algunos dicen que es la mejor compra que han hecho.

Otros que son caros.

Tu decides.

Ponle precio a tu juanete.

¿Cuánto vale ponerlo derecho?

¿Y poder andar sin dolores? ¿Y poder correr cuando te apetezca?

La solución en el enlace.

Correct Toes

También si tienes dedos en garras tipo cotorras,

 o dedos apiñados como marujas en el primer día de rebajas.

Cómodos, duraderos y los puedes utilizar dentro del calzado mientras caminas o haces deporte.


Y el mejor calzado para evitar que te salgan son las sandalias minimalistas.

Las que dejan los dedos libres.

¡Ojo! Las sandalias no son chanclas, ajustan en el tobillo, por lo que no provocan dedos en garra, ni juanetes, ni dedos apiñados.

ZaUri Hanami Black y Hanami Brown

Publicado el 22/07/2021 por @ZaMi 0 6612

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